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Descubren en EE.UU. grabados rupestres de un «calendario» anasazi

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¡Los grabados rupestres del “calendario” Anasazi son realmente fascinantes! Se encuentran principalmente en el suroeste de los Estados Unidos, en lugares como el Parque Nacional Mesa Verde en Colorado y el Monumento Nacional Cañón Chaco en Nuevo México. Estos grabados, a menudo llamados “marcadores de solsticio y equinoccio” por los arqueólogos, son grabados en piedra que el antiguo pueblo Anasazi (o Pueblo Ancestral) creó para marcar eventos astronómicos importantes, como los solsticios y equinoccios. Reflejan la profunda comprensión que estas culturas tenían del movimiento del sol y la importancia de estos eventos para sus prácticas religiosas y agrícolas. Estos descubrimientos arqueológicos ayudan a iluminar las sofisticadas habilidades matemáticas y de observación de estas antiguas civilizaciones indígenas.

La vida de los anasazi

Los anasazi, también conocidos como los pueblos ancestrales, fueron una antigua civilización indígena que habitó el suroeste de los Estados Unidos, en áreas que hoy comprenden partes de Arizona, Colorado, Utah y Nuevo México. Florecieron principalmente entre el 200 a. C. y el 1300 d. C., teniendo su apogeo entre el 800 y el 1300 d. C.

La vida anasazi se centraba en comunidades agrícolas, muchas de ellas construidas en zonas semiáridas donde el agua era escasa. Desarrollaron sofisticados sistemas de irrigación para cultivar maíz, frijoles y calabaza, que eran los alimentos básicos de su dieta. Además de la agricultura, los anasazi también practicaban la caza, la recolección de plantas silvestres y la pesca en ríos y arroyos cercanos.

Las comunidades anasazi construyeron impresionantes estructuras de piedra, incluidas viviendas en acantilados como las que se encuentran en Mesa Verde y el Cañón del Chaco. Estas viviendas, a menudo llamadas “pueblos”, estaban construidas de adobe o bloques de piedra y variaban en tamaño desde pequeñas casas hasta grandes complejos de apartamentos.

La sociedad anasazi estaba organizada en una serie de aldeas y pueblos, cada uno con su propia estructura social y política. La religión desempeñaba un papel importante en la vida cotidiana, con ceremonias y rituales realizados para honrar a los dioses y asegurar buenas cosechas.

Hacia finales del siglo XIII, muchas comunidades anasazi comenzaron a abandonar sus hogares y dispersarse por la región. Las razones de este abandono aún son debatidas por los arqueólogos, pero factores como el cambio climático, los conflictos internos y las presiones externas pueden haber jugado un papel importante.

A pesar de la desaparición de las comunidades Anasazi como entidades cohesivas, muchos de sus descendientes continuaron viviendo en la región y mantuvieron diversos aspectos de su cultura y tradiciones hasta nuestros días. Las ruinas Anasazi son ahora sitios de gran importancia arqueológica y cultural, y ofrecen información valiosa sobre la historia y el desarrollo de las antiguas civilizaciones del suroeste de los Estados Unidos.

Búsqueda de nueva información

Es fascinante cómo pueden surgir nuevos descubrimientos, a menudo gracias al conocimiento y la sabiduría transmitidos por las comunidades locales. La historia de los Anasazi es un claro ejemplo de cómo la colaboración entre investigadores y miembros de la comunidad puede conducir a avances significativos en la comprensión del pasado.

Los grabados rupestres encontrados, que sugieren el uso de paneles como calendarios astronómicos y lugares de celebración ritual, ofrecen información valiosa sobre la complejidad de la sociedad anasazi y su relación con el cosmos. La capacidad de observar y registrar eventos astronómicos importantes no sólo refleja una comprensión profunda del entorno natural, sino que también indica la importancia de estos eventos en contextos culturales y religiosos.

La clasificación de algunos de estos monumentos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO resalta su importancia no sólo para la historia regional, sino para la comprensión global de la diversidad cultural y el patrimonio de la humanidad. Cada nuevo descubrimiento nos permite vislumbrar un poco más de la vida y los logros de las civilizaciones antiguas, enriqueciendo nuestro conocimiento y apreciación del pasado humano.