Curiosidades
El misterioso origen de los metales preciosos: un nuevo modelo explora la presencia de oro y platino en la Tierra
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¿Aspirado hacia el núcleo?
La evolución de la Tierra a lo largo de sus más de 4 mil millones de años sigue siendo un campo de estudio en constante evolución. Astrónomos, geólogos y científicos de diversas disciplinas trabajan con datos actuales para construir modelos que ayuden a comprender los fenómenos que han dado forma a nuestro planeta. Sin embargo, en algunos casos, estos modelos no ofrecen una explicación completa y los datos no coinciden con las observaciones actuales.
Un ejemplo de esto es la presencia de metales pesados, como el oro y el platino, en la superficie de la Tierra. Estudios anteriores indicaron que la mayoría de estos metales deberían haberse hundido hasta el núcleo del planeta. Esto se debe al hecho de que la Tierra primitiva era un ambiente extremadamente cálido y sujeto a impactos de grandes asteroides. Durante la formación de la corteza hubo un intenso movimiento de elementos químicos.
Además, el núcleo de la Tierra está compuesto predominantemente de hierro, lo que debería facilitar la “captura” de metales siderófilos (aquellos que tienen mayor afinidad por el hierro que por el oxígeno), como el oro, el platino y el iridio.
Una nueva teoría emergente
La teoría tradicional no logró explicar la cantidad observada de oro y otros metales pesados en la Tierra. Por ello, los profesores Jun Korenaga y Simone Marchi, de la Universidad de Yale y del South-West Research Institute, respectivamente, propusieron un nuevo modelo.
Según el dúo, la mayoría de estos metales siderófilos, que constituyen aproximadamente 0,5% de la masa de la Tierra, pueden haber llegado a nuestro planeta a través de objetos gigantes, que miden alrededor de 1.000 kilómetros o más. Sugieren que la mayoría de estos impactos se produjeron después de la formación del núcleo terrestre, lo que los concentraría en el manto, donde la retención de estos elementos sería más difícil. Con la actividad volcánica, estos elementos finalmente pudieron depositarse en la corteza.
Esta nueva teoría ofrece una perspectiva intrigante sobre el origen y la distribución de los metales preciosos en la Tierra, desafiando conceptos previamente establecidos. Una comprensión más profunda de estos procesos podría tener importantes implicaciones no sólo para la explotación de los recursos naturales, sino también para nuestra comprensión de la evolución de nuestro planeta.