Los buitres pelirrojos a menudo no reciben una mirada favorable de la mayoría de las personas. Generalmente asociados con presagios oscuros y desorden (una característica compartida por la mayoría de las aves del grupo), su importancia para el ecosistema es mucho más profunda de lo que uno podría imaginar. A pesar de ciertos comportamientos que nos puedan parecer repulsivos, el aporte de estas aves al planeta es sumamente importante.

Los encargados de la limpieza planetaria

Los buitres pelirrojos se encuentran entre las especies que realizan uno de los servicios más cruciales para la vida en la Tierra. Su dieta se compone principalmente de cadáveres de animales en descomposición. Gracias a su excepcional sentido del olfato, estas aves suelen ser las primeras en llegar al lugar de un cadáver.

Sin embargo, su valor va más allá de la simple “limpieza”. Los buitres pelirrojos tienen una acidez de estómago extremadamente alta. Esto les permite consumir prácticamente cualquier tipo de materia, incluso cuando el cadáver contiene toxinas y patógenos como ántrax, tuberculosis e incluso rabia. Sin estos consumidores de carroña, seríamos más susceptibles a enfermedades y pestes, así como a un aumento de los accidentes de tráfico provocados por animales muertos.

Un ejemplo sorprendente ocurrió en la India, donde el uso de un medicamento antiinflamatorio para el ganado provocó una reducción drástica de la población local de buitres. Esto ha resultado en un aumento alarmante de los casos de rabia en el país. La situación era tan grave que, hasta el día de hoy, la India enfrenta una crisis persistente, con aproximadamente 20.000 muertes anuales atribuidas a la enfermedad (un tercio del total mundial). Además, afrontar esta crisis sanitaria supone unos costes que superan los 20.000 millones de dólares anuales.

Sin los buitres pelirrojos, el continente americano también podría sufrir efectos catastróficos similares.

Estrategias efectivas de autodefensa.

Si bien los buitres pelirrojos son vitales para mantener limpio el planeta, algunos de sus comportamientos pueden ser menos apreciados. Se encuentran en casi todo el continente americano, desde el sur de Canadá hasta América del Sur, y es común verlos en regiones con un clima más cálido. Para regular su temperatura corporal y también para eliminar las bacterias, estas aves suelen defecar sobre sus propios pies.

Además de consumir cadáveres, también utilizan heces de animales. Cuando se sienten amenazados recurren al vómito como mecanismo de autodefensa. Dada su dieta basada en cadáveres, esta mezcla de carne y excrementos parcialmente digeridos, combinada con la potencia del ácido del estómago, es suficiente para disuadir a la mayoría de los depredadores.

Sin embargo, es importante señalar que los buitres pelirrojos no suponen un riesgo para los humanos. Aunque se pueden ver en entornos urbanos, se encuentran más comúnmente cerca de carreteras, donde es común que los atropellamientos, o en áreas de baja vegetación.